Esta semana es el día de la Mujer, y aunque la verdad que el empowerment no es un tema que resuene mucho conmigo, quiero compartir una reflexión y una invitación contigo:
Cuando hago fotos a familias, generalmente las madres se esconden, detrás de sus hijos, de sus miedos, de sus complejos. Caemos esclavas de nuestra percepción de nosotras mismas y lo que deberíamos ser y nos olvidamos de mostrarnos tal y como somos. Nadie nos ha dicho que podemos estar guapas sin ser perfectas (bueno, a algunas con suerte sí) y si lo han hecho no lo interiorizamos. Tampoco nos han dicho que no tenemos que salir guapas en las fotos, si no que las fotos deben reflejar quién somos.
Me sorprende además que cuanto más objetivamente guapa es una mujer más concretos y más dramáticos son sus complejos, mientras que para otras el rechazo es más general, es su imagen completa, señal no solo de que no nos aceptamos, si no que ni siquiera tenemos una idea real de como somos.
Por eso no salimos en las fotos, hacemos fotos de nuestros hijos, de nuestras parejas con ellos, pero evitamos mostrarnos y no nos aceptamos cuando lo hacemos, porque no nos conocemos realmente, evitamos mirarnos porque no nos gusta lo que vemos, porque no se corresponde con la idea de lo que nos gustaría ser. ‘
Como Fotografa y espectadora yo solo veo la belleza del momento, la luz y la realidad de la imagen. No veo esos defectos con los que nos obsesionamos, percibo personas, reales y bellas.
Hace poco estaba buscando una foto mía, y me resulto muy difícil encontrar una que no fuese de antes de tener hijos. No tenemos fotos nuestras, y me gustaría que esto cambiase, y he decidido aportar mi granito de arena.
Este sábado por la mañana te invito a venir a mi casa y dejarme que te fotografíe tal y como eres, un ratito tu y yo solas del que te llevarás unas fotos en las que solo saldrás tú, real y bella como eres.
